En Enero del presente año, con el cambio de autoridades, fue nombrada la Lic. Marcela Cafferata (Lic. En Psicología con Postgrados en Gerontología Social y Clínica y una Maestría en Economía y Gestión de la Salud) como nueva Directora Ejecutiva de la Unidad de Gestión Local N°6 en INSSJP (PAMI).
A raíz de este cambio, el FIPEM (Foro Interdisciplinario para Personas Mayores), quiso conocer su opinión, respecto a dos temas en particular: cuál era la situación de los Adultos Mayores y el desarrollo de las Políticas Públicas al momento de asumir en su cargo, y, cuál es su mirada respecto a las políticas que habrá de implementar de ahora en más.
En cuanto al primer punto, la Lic. plantea que la problemática comienza cuando el afiliado demanda cualquiera de los servicios del sistema Socio-Sanitario y no lo obtiene. PAMI es una organización muy particular, contempla muchos más aspectos de la necesidad de la persona mayor que cualquier Obra Social. Ya que da prestaciones médicas y sociales.. Este, es un derecho, no puede ser una excepción, porque el cuidado continuo de una persona mayor no es una cuestión económica, es un derecho. Y, eso, el Instituto, lo brinda como ningún otro.
El atención de una persona debe ser integral. Pasa por lo físico, por su ambiente, por sus necesidades tanto económicas, espirituales y sociales. Y hubo épocas en las que, PAMI, lo entendió como ninguna otra organización.
Al momento, me he encontrado con ciertas dificultades para articular éstas áreas. Muchos programas no se terminaron de implementar porque cada nueva gestión, ha tomado decisiones diferentes. Hay un potencial enorme en lo que se puede hacer con el instituto, implementando lo que está y articulándolo con una mirada más moderna del abordaje de las necesidades de un sujeto. El concepto de que lo médico no es solo médico, ni lo social es solo social, en eso vamos a ir trabajando.
Lo que se conoce de PAMI, en general, son los problemas que la gente tiene con PAMI, lo que no se obtiene o lo que falta. Lo que no se conoce, es lo referente a la "no atención de la salud", por ejemplo que, en la ciudad, hay 600 centros de jubilados que interactúan con PAMI: programas como HADDOTMA, de prevención de enfermedades crónicas, que no se conocen, por un tema de comunicación. El centro de jubilados, es una herramienta maravillosa y, PAMI, que colabora con todos ellos, debe hacerlo mucho más. Ésta gestión, tiene la intención de que el aporte económico a la solución de problemas sociales tiendan a representar la solución realmente y no un parche para algunos. Con esta mirada, el subsidio tanto a los afiliados como a las organizaciones, es una inversión. Pero, si con él, no resuelvo los problemas, se convierte en un gasto y, de ese modo, estaría utilizando mal el presupuesto. La consigna es ser eficiente en la utilización del presupuesto y eso implica conocer la necesidad y encararla con las mejores y más adecuadas herramientas.
La accesibilidad, es uno de los temas a mejorar. Lo mismo que algunos procedimientos y prestaciones. Es un momento complejo, en el que se está revisando el modelo prestacional, para que sea realmente accesible. Hoy, tras tener un diagnóstico de situación, puedo establecer un orden de prioridades. Lo primero, obviamente, es resolver lo inmediato, lo que no puede esperar: las cosas tienen un curso preexiste, y ante ellas, no hay cambio de gestión que valga, deben resolverse.
El desafío, es tratar de ser lo más eficientes con lo que ya está funcionando, mientras proyectamos y ponemos en marcha un salto de calidad. Haciendo eje en esta mirada integral, de continuidad de cuidado, de pensar en un afiliado saludable, en programas preventivos, profundizando los existentes.
Así, intentamos fuertemente, y tenemos acciones claras y concretas en ese sentido, incorporar al afiliado en ciertas decisiones, por ejemplo en el evaluar a los prestadores. Además, las federaciones de jubilados, van a tener voz y voto. Y, la posibilidad de decir revisemos esto porque no nos cierra, por que en verdad los que utilizan los servicios son ellos, los que están satisfechos con lo que da el instituto son ellos y si algo no le falta al instituto es presupuesto y personal. Las condiciones están dadas, es el momento de incorporarlos pero no consultándolos ¿qué le parece?, sino participando activamente, siendo ellos los generadores de la pregunta, y de la respuesta. La relación en las prestaciones y en relación al abordaje de todo lo que tiene que ver con lo preventivo también, porque ellos son lo que saben cómo llegar con acciones preventivas al resto de la población, saben detectar aquel que está en una primera instancia de riesgo que asistiendo a tiempo, se puede impedir que esto se profundice, son quienes ven, quienes saben, y en ese sentido los incorporamos, la herramienta más cercana y más cotidiana que tiene el PAMI es el centro de jubilados, ellos saben que existe otra manera de envejecer, que existe otra mirada respecto del envejecimiento.
El programa HADDOTMA, que a mí me parece maravilloso, pone el foco en medidas preventivas y de integración, por un lado están los centros de jubilados donde se dan los cursos y talleres, esto lo financia PAMI, y por otro lado tenés al médico de cabecera indicando estos talleres con un criterio preventivo de las patologías crónicas. Se están haciendo convenios para capacitar a los profesionales, pensando en el desarrollo de programas en esta línea no medicamentosa. Lo estamos tratando de articular con toda la sociedad, con todas aquellas áreas que tienen injerencia en esta población, tratar de articular para potenciar todos los servicios y expresarnos también en este sentido.
Por un lado es una acción puntual e individual de prevención hacia el afiliado que tiene una patología crónica y aún más, lo estás integrando activamente en grupos de pares.
A los Adultos Mayores no les tenés que contar que derechos tienen, ellos los ejercen, sino te patean la puerta y está muy bien que lo hagan.
